Diario de un náufrago
2004/2009
A partir de 2004 continué recogiendo materiales de desecho y aplicándolos en una nueva colección de trabajos en los que, lejos de centrarme en la escritura, me centré en la expresividad de la forma. La línea y la mancha se convirtieron en el centro de mi interés. En esta búsqueda de la poesía en el material encontrado fui tomando una actitud más existencial (los restos del naufragio) y de preocupación metafísica (el verso como cauce del pensamiento).
Perdido,
en una nueva circunstancia.
Desnudo,
arrastrado por la marea
el azar me lleva.
Sobrevivo.
Mi espíritu devora.
Actúo y compongo.
Ordeno con códigos evidentes
e indescifrables
como la incomprensible realidad.
No entiendo la existencia,
pero la vivo.
No sé el porqué de mis actos,
pero los llevo a cabo.
Escribo
y no sé qué escribo.
Todo son preguntas.